La percepción visual posee un carácter perspectival. Una moneda ladeada parece ser elı́ptica o una pared blanca iluminada con la luz del atardecer parece ser amarilla y también hay un sentido en el que la pared blanca continúa pareciendo blanca y que la moneda ladeada parece ser circular, a pesar de la luz del atardecer y de que la moneda esté ladeada. Estos fenómenos son llamados variación perspectiva y similaridad perspectiva. Recientemente (Lande, 2018) ha propuesto una concepción que apela a las estructuras de las representaciones visuales para dar cuenta de estos fenómenos. Según el autor la similitud y diferencias perspectivales entre las experiencias se dan debido a una relación entre las diferentes partes que las componen. En la presente exposición argumentaré que la propuesta de Lande no es independiente de una explicación que en el nivel de las propiedades representadas por las experiencias. Las experiencias de color y las experiencias de la forma espacial de los objetos (y sus respectivas variaciones y similitudes perspectivales) poseen una naturaleza muy diferente entre sı́, lo cual hace necesario apelar a propiedades especiales para cada uno de estas experiencias. Casos de variación extrema como las de escenarios de inversión son un buen ejemplo de esta diferencia entre la naturaleza de estas experiencias. Por este motivo, aunque la búsqueda de una explicación unificada parezca ser una buena motivación para explicar el carácter perspectival de las experiencias, es mejor quedarse con un enfoque plural que explique cada tipo de experiencia con el uso de propiedades diferentes.